
La ópera prima de David Valero se llama ‘Enemigos’ y es cine “quinqui” para una nueva generación.
El primer largometraje de ficción de David Valero. El director alicantino, conocido hasta ahora por su trabajo en el terreno documental y televisivo, da el salto a la gran pantalla con una propuesta valiente, directa y emocionalmente exigente. La película, producida por Atípica Films en colaboración con Amazon MGM Studios y distribuida por Vértice 360, ha despertado ya un notable interés tras su paso por el Festival de Málaga, donde fue recibida con aplausos por su dureza sin concesiones y su mirada humanista.
‘Enemigos’ parte de una premisa aparentemente sencilla: Chimo y El Rubio —interpretados con intensidad por Christian Checa y Hugo Welzel— son dos adolescentes de un entorno marginal arrastrados por una espiral de violencia. Uno ha sido víctima del otro durante años. Pero cuando el primero ve una posibilidad de revancha, lo que sigue no es un ajuste de cuentas clásico, sino un descenso moral donde el odio, la culpa y la posibilidad del perdón se enfrentan sin artificio.
Valero firma el guion junto a Alfonso Amador, y lo hace con una claridad narrativa que no renuncia a la complejidad. Hay ecos evidentes del cine quinqui de los años 80 — 7 vírgenes , El bola o incluso Navajeros —, pero también una actualización formal y temática que conecta con el presente sin caer en la nostalgia. La película no estetiza la marginalidad ni convierte a sus protagonistas en iconos de cartón: los muestra como lo que son, chavales atrapados en un entorno hostil, sí, pero también en sus propias contradicciones.
El reparto es uno de los puntos fuertes de la película. Checa y Welzel brillan con un contenido realista que evita el dramatismo fácil. A su lado, secundarios de peso como Estefanía de los Santos, Luna Pamies o José Manuel Poga aportan solidez y textura a una historia que se apoya, también, en una banda sonora contemporánea con nombres como Steve Lean, Remate y el freestyler Bnet. La música actúa aquí como refuerzo emocional y anclaje generacional, sin imponerse sobre la narrativa.
En entrevistas recientes, Valero ha insistido en que su objetivo con ‘Enemigos’ no es solo contar una historia, sino provocar una conversación. Y lo logra. Este es un cine que incomoda, pero que también conmueve. Que no pretendamos dar respuestas cerradas, sino poner el foco en preguntas que, a menudo, evitamos.
Tras su recorrido en salas, la película llegará a Prime Video, consolidando así el modelo híbrido que Amazon viene desarrollando en los últimos años.
Enemigos no es una película complaciente, pero sí necesaria. Una propuesta dura, honesta y muy bien ejecutada que marca con fuerza el debut de Valero en la ficción. A partir del 9 de mayo, en cines.