España confirma su retirada oficial del Festival de Eurovisión —un anuncio adelantado ya en septiembre— y provoca un efecto dominó que arrastra también a Eslovenia, Países Bajos e Irlanda. Tras una reunión fallida de la UER (EBU), donde se mantuvo la participación de Israel pese a las protestas internas, la tensión ha estallado de forma pública y sin precedentes.

Desde ese encuentro el pasado 4 de diciembre, José Pablo López Sánchez, el presidente de RTVE no ha dejado de denunciar en su cuenta de X (Twitter) lo que considera mala praxis, negociaciones a puerta cerrada y comportamientos impropios por parte de los dirigentes de la EBU. Cada declaración aviva más una batalla que ya no es diplomática, sino frontal.

Y en medio de este huracán surge una pregunta inevitable que muchos nos hacemos:

¿Qué sentido tiene que Ana María Bordas siga ocupando un cargo de alto nivel dentro de la UER mientras RTVE denuncia públicamente la gestión del organismo?

La contradicción resulta evidente. Mientras la televisión pública española lidera un movimiento crítico sin precedentes —apuntando directamente a decisiones, formas de actuar y «supuestos chanchullos» dentro de la Unión Europea de Radiodifusión—, Bordas continúa como presidenta del Grupo de Referencia de la UER.

¿Es coherente? ¿No debería valorar una dimisión por responsabilidad ética y en concordancia con el discurso actual de RTVE? ¿O estamos ante otro caso de doble rasero aceptado solo cuando interesa?

El efecto dominó y lo que viene ahora

Aunque la edición de Eurovisión Junior 2025, que se celebrará este sábado 13 de mayo en Georgia, sigue adelante, se da por hecho (o se espera) que España también anuncie su retirada del certamen juvenil en las próximas ediciones. Aunque Israel no participa en la versión infantil, el hecho de que la organización sea la misma hace complicado justificar la permanencia en un proyecto del que RTVE se ha distanciado con tanta contundencia.

Si la UER es el problema, quedarse en cualquiera de sus ramas deja de ser coherente.

Benidorm Fest 2026 sigue vivo… aunque ya no lleve a Eurovisión

Pese a la ruptura con el festival europeo, -Como ya había sido anunciado- RTVE mantiene adelante el Benidorm Fest 2026, que se celebrará con normalidad. La final tendrá lugar el 14 de febrero, y el 18 de este mismo mes se publicarán las canciones que competirán por un título que, por primera vez, no estará vinculado a Eurovisión.

El certamen contará además con un cuarteto de presentadores muy mediáticos: Jesús Vázquez, Inés Hernand, Javier Ambrossi y Lala Chus, que se sumará a la final como rostro invitado y además la colaboradora conducirá un programa especial posterior a la gran final junto a Inés Hernand. El próximo 8 de enero RTVE dará una rueda de prensa donde se ampliarán más datos de la próxima edición.

España corta con Eurovisión, pero no con la música ni con el entretenimiento. El camino sigue, aunque ahora sin un referente europeo que durante décadas formó parte de nuestra cultura audiovisual.

Conclusión

La retirada de España —y la de los países que han seguido sus pasos— marca un punto de no retorno en la relación con la EBU. Las acusaciones públicas, las tensiones internas y la falta de transparencia han derivado en un conflicto que ya no se oculta.

La gran incógnita ahora es cómo se reconfigurará el mapa musical europeo, qué papel quiere ocupar RTVE en este nuevo escenario y que harán con su participación en la edición infantil y con la representación de Ana María Bordas dentro de la UER.

¿Estamos ante el inicio de un cambio profundo o simplemente ante una ruptura temporal que acabará recomponiéndose?