
Julia Roberts estrena en cines de ‘Caza de brujas’, un fiel reflejo de cuando el pasado arde más que la hoguera.
La nueva película de Luca Guadagnino llega hoy a los cines españoles con la promesa de sacudir conciencias, remover el debate y demostrar, una vez más, que la verdad no siempre es lo que parece. ‘Caza de brujas’ es un thriller moral cargado de tensión, silencios que hablan más que las palabras, y miradas que acusan antes de emitir un juicio.
Protagonizada por Julia Roberts, que se mete en la piel de una profesora de filosofía atrapada entre la lealtad, el pasado y la corrección política del presente, esta película no busca gustar a todos. Quiere incomodar, quiere que salgas del cine pensando en lo que viste… y en lo que no.
Una universidad, un secreto y un fuego que crece
En Yale, donde la verdad se teoriza más de lo que se practica, Alma (Roberts) ve cómo su vida se tambalea cuando una joven estudiante acusa de abuso a un colega del departamento, interpretado con solvencia por Andrew Garfield. A partir de ese momento, los pasillos del saber se convierten en un campo de batalla moral, donde lo que uno hizo ayer pesa más que todo lo que diga hoy.
Y por si eso no bastara, un secreto del pasado de Alma comienza a salir a la luz. Uno que no solo pone en duda su integridad, sino su propia visión de lo correcto. El personaje de Ayo Edebiri, una estudiante tan brillante como firme, encarna ese nuevo orden que ya no teme enfrentarse a figuras consolidadas.
Guadagnino y la belleza incómoda
El director italiano firma una cinta elegante, de atmósfera contenida y fotografía precisa, pero también emocionalmente áspera. No hay concesiones al espectador ni respuestas fáciles. Aquí nadie es inocente del todo, ni culpable del todo.
La música de Reznor y Ross añade una capa de inquietud permanente, acompañando un guion que va sembrando dudas en cada escena. A ratos recuerda al mejor cine de juicios, pero sin sala, sin juez, y con la opinión pública como único tribunal.
Entre aplausos y críticas feroces
Desde su paso por festivales, ‘Caza de brujas’ ha dividido a la crítica. Algunos la aplauden por su audacia narrativa, por no caer en el panfleto ni en lo políticamente correcto. Otros la acusan de querer tocar todos los temas de moda sin profundizar en ninguno.
Lo que es indiscutible es la entrega de Julia Roberts. Su interpretación es sutil, contenida, pero profundamente humana. No se trata de un personaje diseñado para agradar, sino para mostrar la complejidad de quienes, en algún momento de la vida, tomaron decisiones que ya no encajan en el discurso actual.
‘Caza de brujas’ no es una película cómoda. Es una propuesta que exige atención, reflexión y, quizás, una segunda revisión. Porque más allá de su argumento, lo que realmente plantea es una pregunta que incomoda: ¿quién tiene derecho a juzgar?
Si te gustan las historias que huelen a misterio, que avanzan como una novela bien escrita, con personajes cargados de contradicciones y donde el pasado nunca está tan enterrado como creemos, no te la pierdas.
¿Te atreves a enfrentarte a tus propios prejuicios?