
Mañana llega a los cines Misión Imposible – Sentencia Final, el capítulo definitivo de una saga legendaria.
Amantes del cine de acción, preparen las palomitas y respiren hondo, porque mañana 23 de mayo llega por fin a las salas de cine Misión Imposible – Sentencia Final, la que promete ser la última misión de Ethan Hunt y, quizá, el cierre de una de las sagas más consistentes y espectaculares que nos ha dado Hollywood en las últimas décadas.
Con Tom Cruise nuevamente al frente —ese tipo sigue desafiando la lógica de la edad y la gravedad— y bajo la dirección de Christopher McQuarrie, esta octava entrega busca cerrar con broche de oro una franquicia que desde 1996 ha elevado el estándar de lo que debe ser una película de acción pura, sin excusas ni pantallas verdes innecesarias.
La trama sigue directamente los eventos de Misión Imposible – Sentencia Mortal (2023). Hunt y su equipo vuelven a enfrentarse a una amenaza global, esta vez con tintes de thriller tecnológico y conspiraciones de inteligencia artificial. Pero más allá de eso, lo que todos esperamos ver son esas secuencias imposibles que Tom Cruise sigue empeñado en hacer él mismo, desde persecuciones a toda velocidad hasta saltos en paracaídas a miles de metros de altura.
El estreno mundial ha sido un auténtico evento: Premiere en Ciudad de México con Tom saludando a los fans como solo él sabe hacerlo, una proyección especial en el Auditorio Nacional, y su paso por Cannes, donde generó reacciones divididas. Algunos críticos hablan de una película adrenalínica y épica, otros la tachan de excesiva. Pero si algo hemos aprendido los cinéfilos de a pie, es que la experiencia de ver una “Misión Imposible” en pantalla grande no se negocia.
Con Simon Pegg, Ving Rhames y nuevas caras en el reparto, esta cinta promete ser la entrega más ambiciosa y emocionalmente cargada de la saga. Además, no deja de ser un cierre simbólico para Tom Cruise, que ha dedicado casi 30 años a este personaje y ha redefinido lo que significa ser una estrella de acción en el cine moderno.
Así que ya saben: mañana 23 de mayo, acepten la misión. Vayan al cine, disfruten del sonido envolvente, del vértigo de las acrobacias reales y de ese tipo de espectáculo que pocas veces nos ofrece Hollywood hoy en día. Porque cuando esta saga se despida, se llevará consigo una era.