‘Los abandonados’, Una historia de frontera, poder y venganza, donde las mujeres toman el revólver y el mando.
Netflix se atreve con el género más clásico de todos —el western— y lo reinventa desde sus cimientos con ‘Los abandonados’, es una serie que promete convertirse en el gran estreno de este diciembre. Su llegada, se siente como una descarga de pólvora y viento del desierto: una historia de familias enfrentadas, traiciones y batallas por la tierra, pero con una mirada muy distinta a la que nos tenía acostumbrados Hollywood.
La serie nos lleva al Territorio de Washington en 1854. Allí encontramos a los Nolan‑Abandon, una familia de huérfanos y marginados que han hecho de su exilio un hogar. Liderados por Fiona Nolan —interpretada con fiereza por Lena Headey—, se enfrentarán a los Van Ness, una poderosa dinastía minera liderada por la implacable Constance Van Ness, en la piel de Gillian Anderson, que parece moverse entre la elegancia y la amenaza como una serpiente entre la maleza.
Aquí no hay héroes de sombrero blanco ni villanos planos. ‘Los abandonados’ se atreve a mostrar un Oeste menos romántico y más salvaje. Un lugar donde los valores se negocian con sangre, y la justicia se cobra cara. A destacar el retrato profundo y humano de sus protagonistas femeninas, que no solo disparan, sino que piensan, sienten, aman y sufren. No es gratuito decir que la serie bebe del espíritu de Deadwood, con la complejidad de Yellowstone y un pulso narrativo digno del mejor thriller.
La ambientación es cruda y poderosa: desiertos que parecen devorarlo todo, pueblos que huelen a miedo y a whisky barato, duelos bajo cielos de plomo. El equipo técnico ha cuidado hasta el mínimo detalle, logrando una estética que resulta tan envolvente como cinematográfica. Pero el verdadero motor es su guion: denso, tenso y repleto de decisiones morales que retuercen al espectador.
Y sí, el creador original, Kurt Sutter, salió del proyecto antes de que se cerrara la producción. Pero eso no ha sido un freno. Al contrario, la serie parece haber encontrado un equilibrio perfecto entre brutalidad emocional y épica visual, gracias al buen hacer de sus directores Otto Bathurst y Stephen Surjik.
‘Los abandonados’ no es una serie para ver distraído. Es una experiencia que exige atención, que incomoda y emociona. Para los amantes del buen drama, de las historias con alma y de los paisajes que hablan, esta serie será sin duda un regalo de final de año.
¿Volverá el western a estar de moda gracias a Netflix? Quizá sí. Pero esta vez, con mujeres al frente del caballo.








