
¡Manuel Carrasco lo ha vuelto a hacer! Este viernes 9 de mayo ha salido Pueblo Salvaje II , su décimo álbum de estudio.
Y como música y amante de todo lo que sale del alma, tengo que decir que este disco es una auténtica joya. No solo porque está repleto de canciones que te remueven por dentro, sino porque se nota que está hecho desde un lugar muy honesto, muy real.
Desde que escuché los adelantos — ‘Pueblo Salvaje’ , ‘El Grito del Niño’ y ‘Mi Dignidad‘— ya intuía que lo que venía iba a ser especial… pero es que el álbum completo supera las expectativas. Diez canciones originales donde Carrasco mezcla su esencia más pura con sonidos nuevos, diversas influencias culturales y mucha emoción. Temas como ‘Tengo el Poder’ , ‘Museo del Prado’ , ‘Salitre’ (¡junto a Camilo!), ‘Prohibida’ o ‘La Reina del Baile’ son un viaje brutal hacia nuestras raíces, hacia la libertad de ser uno mismo sin filtros.
Lo más bonito es que todo el concepto del disco gira en torno a eso: a reconectar con lo esencial, con lo natural, con lo que realmente somos. “Pueblo” como origen, como hogar; “salvaje” como libertad, como esa rebeldía que nace cuando algo no encaja. Y lo acompaña con el símbolo griego phi (Φ), que representa equilibrio y belleza natural. La portada lo dice todo: Carrasco, rodeado de naturaleza, como si volviera a casa.
Por cierto, las entradas para su Tour Salvaje (que empieza el 17 de mayo en La Cartuja de Sevilla) han volado. ¡Y no me extraña! Su directo es pura energía, emoción y conexión real con el público. Yo ya tengo mi entrada y estoy contando los días.
En una época donde todo va tan rápido y muchas veces se pierde el alma entre tanto ruido, discotecas como Pueblo Salvaje II nos recuerdan por qué hacemos música: para contar historias que importan, para compartir lo que somos de verdad. Como dice el propio Carrasco: “No es solo música, es un grito, un latido que compartimos todos”.
Ya está disponible en todas las plataformas. Si aún no lo has escuchado, hazlo con los cascos puestos y el corazón abierto. No te vas a arrepentir.