Netflix estrena ‘Muerte por un rayo’ el asesinato que parecía imposible sobre el presidente de los Estados Unidos James A. Garfield.
Una historia tan improbable como real. Netflix rescata en su nueva miniserie ‘Muerte por un rayo’ un crimen que apenas ha tenido eco en la cultura popular, pero que sacudió los nacimientos de una nación. En apenas cuatro episodios, se reconstruye el asesinato del presidente James A. Garfield a manos de Charles J. Guiteau, un personaje que parece sacado de las páginas más oscuras de una novela de Dostoyevski.
El título no es gratuito. Viene de una frase del propio Garfield: «el asesinato no puede prevenirse más que una muerte por rayo». Y es precisamente esa sensación de inevitabilidad, de destino sellado, la que impregna toda la serie. Estamos ante un relato de obsesión, poder, ambición y fanatismo, contado con precisión y sobriedad, sin necesidad de efectismos ni grandes alardes. La historia ya es lo suficientemente poderosa por sí sola.
Michael Shannon interpreta con contención y fuerza al presidente Garfield, mientras que Matthew Macfadyen, en un registro alejado del que le hemos visto en otras producciones, da vida a Guiteau, un hombre convencido de que estaba destinado a matar por voluntad divina. El duelo actoral entre ambos es contenido, tenso, y se va cargando de matices a medida que avanzan los episodios. A ellos se unen nombres como Nick Offerman, Betty Gilpin y Bradley Whitford, en un reparto coral bien dirigido.
La ambientación de finales del siglo XIX está cuidada al detalle, y no solo a nivel visual. La serie se sumerge en una América en transformación, con luchas de poder, intereses enfrentados y una presidencia inesperada. Garfield fue un político que nunca buscó realmente el cargo, pero que defendió con dignidad su papel, hasta verse atrapado en una historia que parecía imposible de evitar.
Lo más interesante de ‘Muerte por un rayo’ no es solo la recreación del crimen, sino cómo plantea preguntas más amplias: ¿puede un país estar realmente preparado para lo imprevisible? ¿Cómo se construyen los mitos, y por qué algunos asesinatos se recuerdan y otros se olvidan? Aquí no hay grandes conspiraciones ni finales espectaculares, pero sí una historia humana, real, y por eso mismo más inquietante.
Una propuesta que se aleja del ruido y apuesta por el relato pausado, por el detalle y por el peso de los hechos. Una serie ideal para quienes disfrutan del cine que no subestima al espectador, y para los amantes del drama histórico con tintes de tragedia inevitable.
¿Te atreves a mirar de frente una muerte que parecía tan imposible como un rayo?








