
Hay estrenos que se anuncian a bombo y platillo… y otros que te atrapan en silencio, como una sombra en mitad de la noche. La noche siempre llega, ya está disponible en Netflix y es de esos que se meten bajo la piel.
Vanessa Kirby interpreta a Lynette, una mujer al límite que, en apenas unas horas, debe reunir 25 000 dólares para salvar el hogar familiar. Y créanme, lo que empieza como un objetivo desesperado pronto se convierte en un viaje sin retorno.
Rodada en una Portland oscura y amenazante, la película —dirigida por Benjamin Caron y basada en la novela de Willy Vlautin— combina tensión, drama y un retrato social que va más allá del mero entretenimiento. Porque aquí, las calles no solo son escenarios: son un personaje más, testigo de la desigualdad, la gentrificación y el sacrificio extremo.
El reparto acompaña con fuerza: Jennifer Jason Leigh como la madre de Lynette, Zack Gottsagen en un papel entrañable como su hermano, y nombres como Stephan James, Randall Park o Julia Fox que completan este lienzo de desesperación y supervivencia.
La duración —108 minutos que parecen menos— está marcada por un pulso narrativo constante. Caron no da respiro y Kirby, con una interpretación contenida pero feroz, confirma que sabe habitar personajes complejos y vulnerables.
‘La noche siempre llega’, no es solo un thriller. Es una mirada a lo que sucede cuando la vida aprieta y no hay margen de error. Un recordatorio de que, a veces, las decisiones más duras se toman cuando el reloj marca en contra.
Y ustedes… ¿Se atreverían a acompañar a Lynette en su noche más larga?