A veces, el dolor puede llevar a los humanos a hacer cosas impensables. Y en ‘Plan de resurrección’, la nueva serie taiwanesa de Netflix lo ponen a prueba.

‘Plan de resurrección’ es una serie de suspenso sobrenatural donde el dolor se transforma en ritual, en venganza… y en un viaje perturbador hacia lo más profundo del alma.

La historia nos sitúa en un universo realista teñido por lo místico, donde dos madres destruidas por la pérdida de sus hijas encuentran una solución que lo cambia todo: un ritual prohibido que permite traer de vuelta a la vida al hombre responsable de sus tragedias. Pero este “regreso” no es un acto de amor, sino de justicia. Y cuando la justicia se tuerce por el deseo de venganza, nada vuelve a ser igual.

Desde una mirada cultural, la serie conecta con creencias ancestrales taiwanesas, donde la muerte y el alma son conceptos permeables, y donde el deseo de corregir lo irreparable puede justificar incluso lo sobrenatural. En ‘Plan de resurrección’, no hay monstruos ni fantasmas al uso, pero sí una sombra constante: la del remordimiento, la duda y el precio de alterar el equilibrio natural.

La ambientación es oscura, elegante, cargada de silencios y gestos que dicen más que las palabras. Es una historia para mirar despacio, para sentirla en la piel. Las interpretaciones de Shu Qi y Lee Sinje son conmovedoras, dolorosas, contenidas. Todo en esta serie parece hablar desde las entrañas.

Un thriller que no busca respuestas fáciles

Aunque ‘Plan de resurrección’ se presenta como un thriller, su fuerza no está en los giros ni en los sustos, sino en la tensión emocional que atraviesa cada episodio. ¿Hasta dónde puede llegar una madre para hacer justicia? ¿Qué ocurre cuando cruzamos la línea entre lo justo y lo vengativo? ¿Y qué pasa con el alma de quien resucita?

Esta producción es una muestra más de cómo Asia está explorando nuevas formas de narrar el dolor, sin prisa, con estética cuidada y una profundidad que a veces se echa de menos en otras series del mismo género.

‘Plan de resurrección’ no es solo una serie sobre venganza y misterio, es una historia sobre el duelo, el amor incondicional, y los límites que estamos dispuestos a romper cuando la vida nos arrebata lo que más queremos. Es cruda, poética y, a veces, insoportable de mirar… pero hermosa en su dolor.

Una serie que nos recuerda que los fantasmas no siempre vienen del más allá. A veces viven dentro de nosotros.

¿Te atreverás a enfrentarlos?