
Netflix lanza ‘Las Muertas’ una miniserie de seis episodios dirigida por el mexicano Luis Estrada.
‘Las Muertas’ es la primera serie para televisión de Estrada, aunque no es su primer acercamiento a la historia satírica, ni a dramas morales fuertes, ya que es un mundo que viene cultivando desde hace años.
La obra está inspirada en la novela ‘Las Muertas’ de Jorge Ibargüengoitia, y también en hechos reales: el caso de “Las Poquianchis”, un grupo de hermanas que operaron una red de prostitución, trata, abusos y asesinatos en México durante las décadas de los cuarenta a los sesenta.
Entre los roles centrales están Arcelia Ramírez en el papel de Arcángela o Paulina Gaitán como Serafina Baladro, las hermanas que construyen un imperio criminal de burdeles, explotación y muerte. Joaquín Cosío, Alfonso Herrera o Mauricio Isaac, entre otros, forman el elenco de esta superproducción de sello mexicano que tuvo un rodaje de unas 21 semanas, con locaciones diversas (Veracruz, San Luis Potosí, Guanajuato), numerosos escenarios, reconstrucciones de época o más de 150 actores participantes.
Luis Estrada pidió libertad creativa para adaptar la obra, dirigir todos los episodios y conservar el tono satírico e irónico que caracteriza tanto al autor original como a su propio estilo. El tono de ‘Las muertas’ no es simplemente un drama de crimen. Tiene humor negro, sátira, y pretende mostrar la corrupción, la impunidad y la complicidad—no solo de los personajes ficticios, sino también como reflejo de estructuras reales que siguen latentes.
La relevancia histórica: revivir los hechos del caso de ‘Las Poquianchis’ obliga a mirar hacia un pasado oscuro que aún tiene resonancias hoy, especialmente con temas como los derechos de las mujeres, la violencia de género, la corrupción institucional. El desafío estético y narrativo: recrear los años cincuenta y sesenta, ambientaciones de época mexicanas, la tensión entre lo grotesco y lo humano, hacer personajes fuertes que funcionen también como reflejo moral.
‘Las Muertas’ podría generar críticas, por ejemplo, de quienes consideren que transformar casos reales en entretenimiento corre el riesgo de trivializar el sufrimiento, o de quienes vean la sátira como algo demasiado irreverente dependiendo del enfoque. Pero precisamente ese choque —entre lo crudo de los hechos y lo artístico— es lo que puede hacer que ‘Las Muertas’ deje marca.
Si te gustan las series que no se andan por las ramas, que combinan el drama con lo político y lo social, y que cuestionan más que adornan, sí: ‘Las Muertas’ suena como un estreno potente. Tiene ingredientes sólidos: director con voz propia, base literaria reconocida, elenco experimentado, producción cuidada. También promete situaciones incómodas, reflexiones fuertes y personajes que no se conforman con lo superficial.
¿Te la vas a maratonear este fin de semana?