
Netflix nos muestra el oscuro mundo de Cillian Murphy en ‘Steve’.
Cillian Murphy nos arrastra a lo más hondo en su nuevo drama para Netflix.
Aterriza en Netflix ‘Steve’, una de esas películas que no deja indiferente. Protagonizada por un inmenso Cillian Murphy, esta cinta británica se cuela en el catálogo de otoño de la plataforma con un tono tan oscuro como humano, en una historia sobre los límites de la empatía, la presión institucional y la fragilidad emocional de quienes lidian con jóvenes al borde del abismo.
Basada libremente en la novela ‘Shy’ de Max Porter, ‘Steve’ da un giro a la historia original para enfocar la narrativa desde el punto de vista del director de un reformatorio. A través de un solo día —uno de esos días que te cambian para siempre—, la película nos muestra cómo el peso del sistema, la burocracia, las exigencias externas y las heridas internas pueden colisionar de forma devastadora.
Murphy está inmenso. Se le nota cómodo en la incomodidad, interpretando a un hombre que no grita ni golpea, pero que lleva dentro un incendio. Junto a él, nombres como Tracey Ullman o Jay Lycurgo refuerzan un reparto que apuesta más por la contención que por la espectacularidad. El director Tim Mielants opta por una estética casi documental, con cámara al hombro, luz natural y planos que invitan a sentirse dentro del encierro. Porque de eso va “Steve”: del encierro físico, mental, emocional.
Se estrenó en festivales hace unas semanas y las primeras críticas han sido claras: hay quienes la consideran una joya incómoda, y otros la ven como una experiencia dura que no todos querrán repetir. Pero de eso también va el cine, ¿no? De no mirar siempre lo bonito, sino también lo que duele. Y esta película duele.
Una reflexión potente, nada condescendiente, sobre el papel de quienes están en la primera línea del cuidado. Sin discursos grandilocuentes, sin moralejas claras. Solo personas intentando sobrevivir a su trabajo, a sus errores y a ellos mismos.
¿Te atreves a mirarte en el espejo con Steve?