
Leticia Dolera vuelve a ponerse a los mandos de un proyecto valiente, arriesgado y profundamente necesario. Pubertat.
Se estrena mañana en HBO Max y lo hace con la intención de abrir un debate incómodo pero urgente: ¿cómo afrontamos las agresiones sexuales entre adolescentes cuando nos afecta de cerca, cuando las redes sociales amplifican el eco y cuando la verdad no es nunca tan sencilla?
La serie, creada, escrita, protagonizada y dirigida por Dolera, nos sumerge en la historia de una denuncia por agresión sexual colectiva durante la noche de San Juan. La víctima y los acusados son adolescentes que forman parte de una colla castellera catalana, un entorno que añade un fuerte simbolismo: la tradición, la colectividad y la fragilidad de los cimientos que sostienen una comunidad entera.
El conflicto central recae sobre Júlia, interpretado por la propia Dolera. Madre, periodista y feminista convencida, se ve obligada a confrontar su ideología cuando su hijo aparece entre los acusados. ¿Qué pesa más, la lealtad a un hijo o la convicción de creer siempre en la víctima? Ese dilema personal se convierte en el motor de una narración que evita los maniqueísmos y apuesta por los matices, mostrando a personajes complejos y vulnerables, atrapados en una situación que los desborda.
Con seis episodios, ‘Pubertat’ se convierte en una ficción coral en la que conviven jóvenes debutantes de apenas 14 años con intérpretes consolidados. La mirada de Dolera se aleja del blanco y negro para moverse en la zona gris de la condición humana, con especial atención a la adolescencia, a las redes sociales y al peso de la presión social en un mundo donde todo se exponen y todo se juzga.
Más allá de la trama, lo que hace especial a ‘Pubertat’ es su capacidad para plantear preguntas incómodas sin ofrecer respuestas fáciles. Es una serie que obliga a mirar de frente a los silencios, a las contradicciones ya la fragilidad de los valores cuando la realidad nos golpea.
En un panorama televisivo cada vez más saturado de títulos, ‘Pubertat’ destaca por su valentía y por la fuerza de una voz autoral clara, que no rehúye lo incómodo. Es un estreno que, sin duda, dará que hablar y que invita a la reflexión tanto en lo íntimo como en lo colectivo.
¿Estamos preparados para mirar de frente a los grises de nuestra sociedad?