
Alejandro Amenábar regresa al cine histórico con ‘El Cautivo’, convirtiendo a Cervantes en un hombre de carne y hueso.
‘El Cautivo’ ya está generando debate entre críticos y espectadores.
Se estrena en cines ‘El Cautivo’, la esperada nueva película de Alejandro Amenábar. El director de ‘Mar adentro‘ y ‘Ágora‘ se atreve esta vez con una etapa poco explorada de la vida de Miguel de Cervantes: sus años de cautiverio en Argel tras ser capturado por corsarios en 1575. Una parte crucial de su biografía que marcó para siempre su visión del mundo y, en consecuencia, su literatura.
Lo que podría haber sido un biopic clásico de Miguel de Cervantes Amenábar lo convierte en una propuesta mucho más arriesgada: un retrato humano y contradictorio del escritor antes de convertirse en mito.
En ‘El Cautivo’, el joven Cervantes (interpretado por Julio Peña) es apresado y llevado a Argel, donde pasará cinco años en manos de Hasán Bajá, a quien da vida el actor italiano Alessandro Borghi. A través de esta relación de poder, sometimiento y tensión, la película propone un retrato íntimo y humano del escritor antes de convertirse en mito.
El rodaje se llevó a cabo en localizaciones de Sevilla, Alicante y la Comunidad Valenciana, además de algunas escenas en Italia. Junto a Peña y Borghi, destacan en el reparto Fernando Tejero, Blanca Portillo y Luis Zahera, quienes aportan fuerza a los secundarios. Una curiosidad es que Amenábar trabajó con asesores históricos para recrear con fidelidad la vida en Argel, aunque decidió tomarse licencias narrativas para explorar la psicología de Cervantes.
La producción, que cuenta con el apoyo de RTVE, Netflix y Rai Cinema, destaca por su cuidado diseño de producción, la ambientación histórica y una fotografía que nos sumerge en la dureza del cautiverio, pero también en la belleza del Mediterráneo.
La crítica de Mario Domínguez
Amenábar vuelve a demostrar que no teme a los terrenos arriesgados. ‘El Cautivo’ no es un biopic clásico, sino una obra que se atreve a explorar las dudas, fragilidades y contradicciones de Cervantes. Julio Peña sorprende con una interpretación llena de matices, mientras que Borghi se erige como un antagonista magnético, más complejo de lo que aparenta.
Lo más interesante de la propuesta es lo que insinúa: la posibilidad de una relación emocional y ambigua entre Cervantes y su captor. Amenábar no ofrece respuestas, sino preguntas. Puede incomodar, pero también obliga a repensar a Cervantes más allá de la estatua y el mito literario.
Eso sí, la cinta no es perfecta. Hay momentos en los que el ritmo se resiente y escenas que parecen quedarse a medio camino, como si el director no quisiera llevar la tensión hasta sus últimas consecuencias. Aun así, lo visual y lo interpretativo sostienen una obra que, aunque imperfecta, es necesaria y valiente.
‘El Cautivo’ es una película que divide opiniones, pero justamente ahí radica su interés. Amenábar baja a Cervantes del pedestal para mostrarnos a un hombre vulnerable, atrapado y contradictorio. Una apuesta distinta dentro del cine español, que se disfruta tanto por su poder visual como por el debate que abre.
¿Estamos preparados para ver a Cervantes no como mito, sino como ser humano lleno de dudas? Esa es la pregunta que queda flotando tras salir del cine.