Jaime Lorente y Belén Rueda nos inquieta en ‘Reversión’, el nuevo thriller español que llega a los cines
Este fin de semana se estrena en las salas de cines “Reversión”, una apuesta potente dentro del thriller psicológico nacional que tiene como protagonista a Jaime Lorente, en uno de los papeles más complejos de su carrera. La cinta, dirigida por Jacob Santana, promete remover al espectador desde su arranque hasta el último plano.
La historia nos sitúa en una mudanza familiar. Mario, interpretado con solvencia y vulnerabilidad por Lorente, se traslada con sus padres y su hermano David a una nueva casa. Desde el inicio percibimos que algo no va bien: Mario arrastra un pasado de ansiedad, toma medicación, y está en un momento especialmente delicado. Pero todo se rompe por completo cuando su hermano desaparece. Durante casi tres semanas, nadie sabe nada de David… hasta que vuelve. Aunque algo ha cambiado. Mario está convencido: “la persona que ha regresado no es realmente su hermano”.
Ese giro de guion marca el tono de ‘Reversión’, una cinta que sabe jugar con la incertidumbre, el miedo doméstico y la paranoia. El espectador entra en ese mismo estado de duda que sufre el protagonista. ¿Es cierto lo que estás sintiendo? ¿Es fruto de su enfermedad o una intuición certera?
La película cuenta con un reparto coral donde también destacan Belén Rueda y Fernando Cayo, dos intérpretes que saben moverse con elegancia en el suspenso, acompañando al joven Manu Vega en un rol clave. El ritmo es contenido, la atmósfera es asfixiante, y hay una intención muy clara de dejar que la tensión vaya creciendo desde el silencio.
Desde mi experiencia como periodista y amante del buen cine, esta cinta tiene algo que hacía tiempo no veíamos en una producción nacional de este género: autenticidad, riesgo, y un protagonista al que le creemos cada mirada. Jaime Lorente deja atrás los papeles más físicos o de acción, y se entrega por completo a la fragilidad emocional de Mario.
‘Reversión’ es una película que invita al debate, que se cuela en la mente del espectador y deja poso. No es solo una historia de desapariciones, es un reflejo de cómo la percepción puede distorsionarse, y cómo el miedo se instala en los vínculos más íntimos: los de familia.
¿Estás preparado para cuestionarte quién duerme en la habitación de al lado?








