
Hoy aterriza en SkyShowtime ‘Nails’ una de esas series que llegan sin hacer ruido… pero que te enganchan desde el primer minuto.
‘Nails’, es una producción española, y es una de las grandes apuestas originales de la plataforma para este otoño. Cuatro mujeres, un salón de uñas y muchas ganas de cambiar las reglas. ¿Te suena bien? Pues apunta, porque ‘Nails’ viene a remover.
Con capítulos cortos, de apenas 30 minutos, y una historia que fluye entre la comedia ácida y el drama emocional, ‘Nails’ se construye como un retrato generacional que pone el foco en lo que muchas mujeres sienten, pero pocas veces se atreven a decir. Las protagonistas —Cristina Castaño, Marimar Vega, Gracia Olayo y Teresa Cuesta— encarnan a cuatro mujeres muy distintas, que se encuentran por casualidad en un salón de manicura y acaban formando su propio espacio de libertad: el Club de las Mujeres Libres.
Lo que empieza siendo una cita estética se convierte en el punto de fuga perfecto para compartir frustraciones, cuestionar mandatos sociales y, sobre todo, reírse de todo lo que las aprieta. Porque sí, en ‘Nails’ hay humor, hay sororidad, y hay una reflexión potente sobre el precio de ser “perfectas” todo el tiempo.
La creadora, Araceli Álvarez de Sotomayor, lo tiene claro: esta serie es un grito de independencia contra las etiquetas. Desde la dirección, el guion y la producción ejecutiva, su sello se nota en cada línea de diálogo, en cada plano. Y eso, en estos tiempos, se agradece.
El reparto masculino, con nombres como Fernando Tejero o Raúl Mérida, acompaña sin eclipsar. Aquí, ellas son las que llevan la voz cantante. Porque esta historia va de ellas. Y por ellas.
Rodada entre Madrid y Bilbao, y con una producción que cuida el detalle sin caer en artificios, ‘Nails’ se suma a esa lista creciente de series que apuestan por miradas femeninas sin pedir permiso. Una historia sencilla, directa, pero con más capas de las que parece. Como una buena manicura: estética por fuera, contundente por dentro.
¿Te animas a entrar en el Club? Porque una vez que te sientas en esa silla, ya no hay vuelta atrás.