La artista navarra Natalia Lacunza estrena su segundo álbum, ‘N2STAL5IA’ , y con él nos abre de par en par las puertas de su mundo interior con un grito íntimo desde la adultez.
En un momento donde la música parece obsesionada con lo inmediato, Natalia Lacunza se detiene, respira y nos invita a sentir. Con este disco, la cantante da un paso firme en su evolución artística, dejando atrás cualquier etiqueta para abrazar una identidad más auténtica, más vulnerable, más suya.
Hay algo profundamente valiente en el ejercicio que Natalia propone en este trabajo. ‘N2STAL5IA’ (con ese guiño de “25” en el título, su edad actual) es una carta escrita a sí misma, una conversación silenciosa con las versiones que ha ido dejando atrás.
Aquí no hay disfraces, ni necesidad de gritar. Hay verdad. Hay melodías que acarician y letras que se duelen con dulzura. Hay espacio para el error, la contradicción, la ternura. Y eso, en un mundo tan lleno de ruido, se agradece.
Desde “Singapur” hasta “Apego Feroz” o “Otro Culito”, Natalia va desgranando su universo sonoro con una estética cuidada, minimalista, que deja que las emociones respiren. Cada canción construida parece con esa sensibilidad que solo tienen quienes han aprendido a escucharse en el silencio.
El álbum no busca el hit, busca el latido. Es música que se escucha mejor de noche, en auriculares, caminando sola por la ciudad o tumbada en la cama mirando al techo. Es ese tipo de álbum que no necesita convencer, porque sabe que encontrará a quienes están en la misma frecuencia emocional.
Este lanzamiento no solo es importante por lo que representa en su carrera, sino por lo que nos recuerda: que crecer duele, que cambiar cuesta, y que no hay nada más revolucionario que ser honesta contigo misma.
La gira de presentación, que recorrerá varias ciudades de España en 2026, promete trasladar esa intimidad del disco al directo, con una puesta en escena que, seguro, será tan emocional como elegante.
Natalia Lacunza ya no es una promesa, es una realidad. Con ‘N2STAL5IA’ firma un manifiesto de sensibilidad y coraje, una obra que emociona sin gritar y que deja una pregunta abierta: ¿Cuándo fue la última vez que te permitiste sentir con tanta claridad?








