Hawkins, tenemos un problema… y esta vez es el último. La temporada final de Stranger Things ya está entre nosotros y, como buen fanático de las series, puedo decir que estamos ante un evento de proporciones épicas.
Ocho episodios. Tres bloques de estreno. Un solo destino: cerrar una historia que nos ha hecho gritar, llorar y teorizar como auténticos locos del Upside Down.
Desde que la serie aterrizó en 2016 como ese sleeper hit de verano con bicis, walkie-talkies y una niña con poderes, ‘Stranger Things’ se convirtió en una religión seriéfila. Y ahora, tras años de demogorgones, laboratorios secretos y traumas adolescentes, llega la quinta —y última— temporada.
Los hermanos Duffer han prometido un cierre a lo grande. Y lo cumplen. Aquí no hay tiempos muertos: la acción arranca con Hawkins en modo apocalipsis, portales abiertos como heridas y Vecna regresando más cabreado que nunca. ¿Alguien dijo «guerra final»? Pues eso.
Esta vez, la temporada se divide en tres partes:
- El primer bloque, con cuatro episodios, ya está disponible desde el 27 de noviembre.
- El segundo, con tres episodios, caerá en Navidad, el 25 de diciembre.
- Y el gran final —ese capítulo que promete dejarnos sin uñas ni voz— se estrena el 31 de diciembre.
Todos los personajes que amamos (y que sufrimos) están de vuelta: Once, Mike, Dustin, Lucas, Will, Max, Hopper, Joyce… y sí, también ese villano al que todos adoramos odiar: Vecna. Las relaciones se tensan, los secretos se revelan y los sacrificios estarán, sí o sí, sobre la mesa. No hay segundas oportunidades cuando el destino de dos mundos pende de un hilo.
Como fan, os confieso que esta temporada lo tiene todo: acción, nostalgia, terror, momentos emotivos, y ese saborcito ochentero que nunca pierde fuerza. Es imposible no emocionarse viendo cómo nuestros héroes crecen, se enfrentan a sus miedos y nos enseñan que, incluso cuando todo parece perdido, la amistad (y la música de los 80) puede salvar el día.
Así que preparaos, porque ‘Stranger Things 5’ no es solo una temporada más. Es el final de una era. El cierre de una historia que cambió para siempre la forma de ver las series de ciencia ficción. Y desde La Parabólica, os aseguro que el viaje ha valido cada susto, cada lágrima, y cada teoría loca.
¿Estáis listos para despedir Hawkins como se merece?








