
Cuando se cumple una semana del final de la cuarta edición del Benidorm Fest y aun superando la resaca emocional que esto conlleva, el equipo de La Parabólica analiza las luces y las sombras de este Festival.
Tras cuatro ediciones del Benidorm Fest, seguir refiriéndose al festival como algo joven y que se está construyendo, empieza a sonar como excusa. Tras cuatro ediciones, el Festival debería tener ya construida una personalidad propia, dejar de dar bandazos de un lado a otro y afianzarse como una de las preselecciones más importantes de Europa.
El Benidorm Fest debe estar abierto a mejoras, pero con unas bases más marcadas y afianzadas, que de momento no tiene y parece ser fruto del “vamos tirando y ya vemos que pasa”. No podemos negar que organizar un festival como este implica mucho trabajo por parte de una televisión pública como la nuestra, el cual agradecemos y mucho, pero no es suficiente, porque sabemos que pueden darnos más y hacerlo mucho mejor y el conformarse no está en el ADN del Eurofán y tampoco debería estar en el de RTVE.
El gran problema del Benidorm Fest, creemos que está en su base, está en sus cimientos y es que tras cuatro ediciones aún no sabemos si pretende ser una preselección eurovisiva para elegir al representante español en Eurovisión o un festival de referencia para la música española y es que ambas ideas conviven desde el principio pero sin terminar de encajar, ni funcionar. Ni la propia RTVE ha sabido definir el concepto y se refiere a este Festival de una manera u otra según les conviene o les apetece.

Desde la pública siempre han dicho «que el Benidorm Fest aspira a ser tan grande como el Melodifestivalen de Suecia o SanRemo en Italia», pero claro con esos referentes encima de la mesa, nos asaltan más dudas ¿O sois una cosa o sois la otra? Porque ambos son festivales enfocados y fabricados de forma diferente. Y la mezcla de ambos, que podría ser en lo que se está convirtiendo el Benidorm Fest, no funciona. Tras cuatro ediciones tenemos que definirnos, y decantarnos por una de las opciones, no podemos acaparar todo.
Si queremos el Benidorm Fest sea un festival de referencia para la música española igual que SanRemo, donde el resultado en Eurovisión no importa, donde el ganador elige o no ir a Eurovisión y donde lo único que importa es dejar huella en la música española, hagámoslo, enfoquémonos en ello y hagamos una selección de canciones y artistas dignas de un festival como el italiano.
Si queremos que el Benidorm Fest sea como el Melodifestivalen, una preselección que se centra solamente en buscar a su candidato para Eurovisión, la mejor propuesta… Falta mucho camino por andar y una de las cosas que se debería cambiar de manera urgente es la forma de elegir las canciones y el enfoque del comité encargado de ello, pues pocas de las elegidas son realmente competentes para hacernos quedar bien en el Festival, cosa que en el Melodifestivalen no pasa, que “casi” cualquiera de las canciones que llegan a su final podrían hacer un digno papel para su país.
Pero repetimos mezclar ambas ideas no funciona, y tras cuatro años donde la canción más viral no ha sido la ganadora y donde la propuesta mandada a Eurovisión, ha sido enviada solamente para cubrir currículum, el Benidorm Fest necesita ya, dar un golpe en la mesa, definir sus cimientos y desarrollar una personalidad que hasta la fecha parece ser fruto de la casualidad.
¿Artistas con renombre o cantantes desconocidos?
El dilema de siempre también está en la falta de nombres conocidos, de que al Benidorm se acerquen grandes artistas como sí ocurre en el Melodifestivalen o SanRemo y esto en muchas ocasiones se debe a la toxicidad del eurofán español (y que no tiene ningún otro Eurofán), capaces de destruir a cualquier artista o propuesta que se presente y no sea de su agrado y por supuesto las cláusulas altamente abusivas que la televisión pública hace firmar a los artistas que participan en el Festival alicantino y que también genera rechazo para los grandes nombres de la industria musical de nuestro país.
La reciente victoria de Melody abre un nuevo horizonte e incógnita para el futuro del Benidorm Fest y es que hasta la fecha el Benidorm Fest había sido ganado por artistas desconocidos y los artistas con cierto renombre, solo venían a estar y ocupar una plaza, pero sin intenciones de ganar nada. Melody era el nombre más conocido de esta reciente edición y consiguió llevarse el ansiado micrófono de bronce. ¿Será esto un aliciente para que se animen otros “grandes” artistas en próximas ediciones?
En escándalo del jurado profesional
El escándalo que ha saltado en las últimas horas sobre el jurado profesional, pone sobre la mesa un nuevo debate que deja en entredicho la legalidad de estas votaciones y la profesionalidad de las personas escogidas para emitir el 50% del voto y que ya comentabamos la semana pasada.
Un jurado profesional no puede otorgar su máxima puntuación en una semifinal a una concursante, siendo la más votada de los 16 concursantes y el día de la final cambiar ese voto y otorgarle la cuarta o quinta votación, y más si esa artista fue la única en clavar sus dos actuaciones, cosa que el resto de sus compañeros no hicieron.
No tiene mucha lógica que el jurado esté dentro del estadio y se deje manipular por los aplausos y abucheos de un público lleno de talifanes y sus notas sufran cambios tan radicales, por miedo o presión, su profesionalidad queda en entredicho y la reputación del concurso mucho más. El jurado debe vivir la gala en un lugar completamente aislado de cualquier tipo de ruido y manipulación. Lo venimos pidiendo desde la primera edición, pero el jurado debe estar fuera y lejos del estadio y votar las propuestas tal y como se ven en televisión, pues son propuestas trabajadas para una realización televisiva.
Otra cosa es la manipulación y el engaño cuando nos dicen que el jurado y el televoto votan al 50% cada uno y la máxima nota del jurado es 96 y la máxima del televoto es 80. Las matemáticas no fallan y aunque nos vendan el 50/50 el jurado sigue teniendo más peso.
Estas polémicas no benefician al festival, ni a un jurado supuestamente profesional, ni a los artistas que participan en el Benidorm Fest, ni por supuesto a una televisión pública que no es transparente, se deben tomar medidas de forma inminente.
¿El Benidorm Fest podría celebrarse fuera de Benidorm?
Hace unas semanas escribimos un artículo sobre lo limitado que se encuentra el Benidorm Fest en la ciudad de Benidorm, pero cierto es que quizás un Benidorm Fest fuera de Benidorm no tendría mucho sentido ¿O sí? No sabemos, lo único que es cierto es que con esta cuarta edición finaliza el convenio firmado por RTVE, La Generalitat Valencia y el Ayuntamiento de Benidorm. Todas las partes han mostrado públicamente su intención de continuar con el proyecto, pero lo cierto es que no hay nada firmado a día de hoy.
En caso de renovar el proyecto, todas las partes implicadas tendrán que sentarse y negociar un nuevo convenio que sea satisfactorio para todos y sobre todo para el futuro de un certamen que nació en el epicentro de la ciudad alicantina y con la intención de recuperar el antiguo Festival de Benidorm.

Para acabar este post vamos a dar 10 opciones de mejoras que a nuestro juicio debería sufrir el Benidorm Fest de cara a futuras ediciones.
1. Casting presencial.
Algo que venimos pidiendo desde la primera edición, de nada sirve que traigas el tema de la edición si quien lo canta, no es capaz de entonar una sola nota. Y esto solo se podría evitar si los elegidos para participar en el Benidorm Fest, pasan una criba, donde se les valore vocalmente.
El festival ganaría en reputación y evitaríamos que artistas y cadena hagan “el ridículo” como ha pasado ya en las cuatro ediciones celebradas.
Lo acabamos de decir, hay que evitar que el jurado pueda ser manipulado por aplausos y abucheos y ya es hora de tenerlos completamente aislados en una salita del Don Pancho, fuera y lejos del estadio.
2. Jurado fuera del estadio.
3. Asesoramiento de profesionales eurovisivos.
Hemos sido muy criticados por ello, pero una demanda que venimos pidiendo es que los artistas que se presentan al Benidorm Fest sean asesorados por un equipo de especialistas eurovisivos, un comité que les enseñen dónde están y de qué va esto de Eurovisión, pues la mayoría llegan a Benidorm sin tener la mayor idea, de nada sirve que contrates una puesta en escena brutal si no sirve para la televisión o para un concurso como Eurovisión.
Como hablábamos al principio el Benidorm Fest necesita marcar y crear su propia personalidad y para ello sus responsables deben decidir de una vez. ¿Qué es? Y ¿Para qué? Usamos el Benidorm Fest. ¿Es un festival de música o una preselección eurovisiva?
Y a su vez elegir a un comité de canciones que sepa lo que busca y cuál es la finalidad del Festival.
4. Definir la personalidad del Benidorm Fest
5. El aforo del Palau
El problema de siempre son las pocas plazas que existen en un estadio como el Palau L’illa de Benidorm, eso debe cambiar y mientras se consigue otro estadio más grande, que como comentábamos en un antiguo post, parece difícil de solucionarse, el L’illa debe abrir TODAS sus plazas y ponerlas a disposición de un público interesado en acudir a las galas en directo.
El Benidorm Fest debe pasar de celebrarse en un estudio de televisión a hacerlo en un estadio como pasa en el Melodifestivalen sueco. Aquí RTVE debe apostar en mejoras, para un proyecto más ambicioso.
El Benidorm Fest no puede tener una primera semifinal pésima e ir mejorando hasta llegar a su final, cuatro ediciones y hemos pasado por lo mismo en todas ellas. Ha quedado suficientemente comprobado que las galas necesitan más rodaje y esto se soluciona copiando a Eurovisión que realizan 3 ensayos antes de llegar a cada una de sus galas, además de rodaje esto daría la oportunidad de que más público pudiera acudir a las galas como ocurre en los ensayos del Jury o el Family en Eurovisión, además la prensa especializada pudiera ver esos ensayos desde cualquier rincón del mundo.
6. Más ensayos de las galas
7. Más publicidad
Un festival como el Benidorm Fest debe tener más publicidad, no ser solo un espectáculo de RTVE, debe traspasar otras ventanas, radios, prensa, plataformas. Se debe trabajar en potenciar la marca y que está sea capaz de llegar a un público más amplio y esto se arregla con inversión, no hay otra manera.
RTVE debe aprender a escuchar y a ser posible a alguien más que a los 4 de siempre. De nada sirve que la pública cree cada año una mesa de debate, donde acuden los 4 medios de siempre, aquellos que viajan en un autobús oficial, que duermen en un hotel diferente y que consiguen beneficios, cuya crítica está claramente limitada por los beneficios que consiguen y que solo se atreven a criticar de puertas para afuera.
Estas mesas de debates deben ser abiertas a todo aquel que quiera aportar, hay que escuchar otras voces, aunque sean más críticas, pero es la única forma de avanzar. RTVE debe abrir un canal de comunicación donde TOD@S sean escuchados.
8. Una escucha más amplia y variada
9. Avanzar snippets
Al igual que hacen en Eurovisión necesitamos que en la semana del Benidorm Fest se genere contenido de los ensayos, fotos y videos, que nos hagan involucrarnos aún más y genere expectación en el público generalista.
Tras tres ediciones, en esta por fin no hemos conocido la puntuación que reciben a los artistas y que dejaba claro cuál de ellos obtendría la victoria en la final, pero la forma elegida ha sido un desastre, no ha funcionado, por lo que hay que seguir dándole una vuelta al método.
10. Cambiar la manera de anunciar finalistas
El Benidorm Fest necesita muchas mejoras, tienes posibilidades y opciones y tras 4 años hay que dejar atrás las excusas y su juventud. Tiene que encontrar y definir su personalidad y apostar a ganar. No tiene más opciones.
¿Logrará RTVE encontrar el camino y saber darle personalidad propia al Benidorm Fest o seguirán en tierra de nadie, improvisando y dañando la imagen del festival?