La artista malagueña, Vanesa Martín nos abre su corazón con ‘Casa Mía’, su disco más valiente y personal.
Chicxs, no sé vosotrxs, pero yo llevo en bucle Casa Mía desde que salió el pasado viernes 23 de mayo. Vanesa Martín, nuestra malagueña favorita, ha vuelto a superarse con este pedazo de álbum que no solo suena a ella… ¡sino que también suena a todos nosotros! Es su noveno disco de estudio y de verdad que se nota que ha hecho lo que le ha dado la gana, y menos mal, porque ha quedado brutal.
Doce canciones que son un viaje directo a su alma, a sus raíces andaluzas, a esos momentos de bajón y subidón que todas hemos sentido alguna vez. Desde copla hasta bachata, pasando por bolero, pop y hasta toques de electrónica (sí, has leído bien), Casa Mía es un discazo que no tiene miedo a mezclarlo todo y sonar espectacular.
El disco arranca con ‘Tiempo Real’, que ya te deja con el corazón blandito, y ojo porque tiene un temón con Joaquín Sabina: ‘No nos supimos querer‘. O sea… ¡historia de la música! Además, por si fuera poco, se ha marcado una sevillana preciosa que es un guiño a su tierra y que está enamorando a todo el fandom.
Antes del estreno, Vanesa ya nos había dejado con la miel en los labios con adelantos como ‘Tenemos Universo De Sobra‘, que ya prometía que este disco venía cargadito de emociones y letras que te remueven por dentro. Y es que ella misma lo ha dicho: Casa Mía es su forma de decir “no encajo y qué”. Y yo, desde aquí, te aplaudo fuerte, Vanesa.
Para las que aún no lo sabéis (¿cómo no?), el álbum está en CD, vinilo firmado (lo necesito YA) y, obviamente, en todas las plataformas. Y esto no es todo… Porque el próximo día 31 de mayo, arranca la gira en Fuengirola y estoy contando los días para cantar a pleno pulmón con ella.
Ayer mismo la malagueña hizo una firma de discos en Madrid que fue pura magia, con ella compartiendo abrazos, risas y lagrimillas con sus fans. Y en redes, estamos todas flipando con lo bonito y valiente que le ha quedado este proyecto.
Porque sí, Casa Mía no es solo un disco: es una declaración de intenciones, un refugio, un abrazo cuando más lo necesitas y, sobre todo, una fiesta de la vida.
Vanesa, gracias por seguir haciéndonos sentir así. 💙








